El hombre del gobierno español en Washington es, ante todo, una persona pragmática. Consciente de la importancia de su posición, trata de mantener en equilibrio la delicada balanza diplomática con los Estados Unidos. Sin embargo, el ímpetu de Alex y su equipo, dispuestos a todo por recuperar el tesoro de La Fortuna, le obligará a asumir que hay situaciones en las que no caben las medias tintas: a veces, arriesgarse es la única opción.